¿POR QUÉ EL GOLF ES UN DEPORTE? No existe una definición clara y contundente que formalice los requisitos necesarios para considerar a una actividad como deporte, unificando disciplinas tan distintas como el fútbol, el salto de altura o tenis. El golf no tiene nada que ver con la dificultad para respirar, la aceleración del ritmo cardíaco durante veinte o treinta minutos o la pérdida de sales minerales, con lo que las dudas que provoca compararlo con una maratón son comprensibles. En una sociedad que confunde quemar calorías o el correr durante cinco minutos y volver a casa dolorido con practicar un deporte, el golf no tiene cabida… El golf se trata de algo más similar al ejercicio del espíritu, una suerte de liberación de la mente. Una mezcla entre el aire, el sol y estirar y flexionar el cuerpo son los causantes. Porque el golf funciona a través de una acción física, o algo parecido llamado swing, un movimiento en el que están implicados tantos músculos que hasta hace bien poco no se sabía cuáles eran más importantes a la hora de generar potencia en el impacto… Pero la esencia de este juego yace en un lugar entre ambos, el cuerpo y la mente, o incluso en su unión. Esto se debe a la forma en que se practica. Puede jugarse por parejas o contra un rival, pero la verdadera competición es contra uno mismo. Cualquier golfista, incluso el peor, sabe qué debe hacer: hay una pelota y se debe meter en un hoyo en los menores golpes posibles. Pero todos, incluidos los más experimentados, juegan contra la tendencia a desviarse, los altos árboles a la derecha o el gran lago protegiendo el green. Todos pugnamos contra nuestra capacidad para equivocarnos, el límite de nuestras imperfecciones y contra lo que ha hecho la humanidad durante siglos: errar. Es una lucha solitaria y humilde. No se puede forzar sino que requiere de una dulce armonía, un punto donde la concentración se convierte en un estado de ánimo. ¿El golf es un deporte?… Que cada uno saque sus pocas conclusiones. Puede que no se trate de sudar, quemar calorías o alcanzar un estado de forma óptimo, pero durante cuatro horas salimos al campo a enfrentarnos con nuestras limitaciones, sabedores de que terminaremos fracasando y que, en algún momento, por las razones que sean, podemos llegar a encontrar la mejor versión de nosotros mismos. PUBLICADO POR RBASAURI.